"No recuerdo hace cuánto años exactamente, creo que fue en Ibiza, o quizá en un ciclo de lunas con Teresa Rodríguez en Madrid
(una chamana), éramos un grupo de mujeres. Había una energía muy potente en el ambiente y las emociones estaban a flor de
piel. ¡No sabes lo que es un encuentro de féminas hasta que lo experimentas!.
De repente empecé a cantar esta canción. Andaba yo por entonces enfrascada en descubrir nuevas deidades femeninas.
Buscaba otros patrones diferentes a los cercanos y conocidos: madre virgen, mujer inmaculada, inocente doncella, plañidera etc..
Me apetecían historias de diosas con todas sus esferas , sin amputaciones, de mujeres rebeldes, ardientes, guerreras, brujas y
hechiceras.
Supongo que algo tuvo que ver todo aquello para que esta canción saliera.
A veces les pregunto a mis compañeros/as músicos/as, si creen que son ellos los que se inventan las canciones y las crean cuando
les llega lo que llamamos inspiración. O si quizá es la música la que llega a ellos/as, como por arte de magia.
La mayoría, al menos de los/as que me rodean, opta por lo segundo.
Y así nació esta canción, que me acompaña desde entonces, hasta que la primavera del 2021 la grabamos en el Círculo Mágico..
Luego me apetecía poner le cuerpo, o mejor, muchos cuerpos... ¡Y así fue todo saliendo!
Veníamos del confinamiento, con todas sus restricciones. Fue complicado reunirnos a todas (mujeres que bailan cuando quieren) y al
sol que miró (sin dientes) y nos grabó.
La reflexión del día fue, que aquello era justo lo que necesitábamos, cantar y danzar en la naturaleza, en medio de toda aquella
extrañeza que
estábamos viviendo ..."
Alicia
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